29 de agosto de 2007

ROUSSEAU Y SU PROPUESTA PEDAGÓGICA: Antecedente de la Escuela Nueva

BIBLIOGRAFÍA: LARROYO, Francisco. “Historia general de la Pedagogía”.

Capítulo III: ROUSSEAU Y EL NATURALISMO ACENTUADO.

Juan Jacobo Rousseau nació en 1712 en Ginebra. Hasta 1728 nada se sabe de su vida, excepto que quedó huérfano siendo un niño. En su juventud fue preceptor, escribiente y compositor de música. Su obra “Discurso sobre las ciencias y las artes” (1750) lo hizo célebre. Desde entonces no dejó de escribir con éxito creciente. Su vejez fue atormentada. El parlamento prohibió la circulación del “Emilio” e incluso ordenó la captura de Rousseau, quien se vio obligado a huir a Suiza y después a Inglaterra. Más tarde retornó a Francia donde murió repentinamente en 1778. Las ideas educativas de Rousseau están esparcidas en sus libros más señeros.
El Emilio (1762) constituye una síntesis de ideas precedentes y de ideas nuevas. Consta de cinco libros, en donde, narrando la vida del protagonista desde el nacimiento hasta el matrimonio, ofrece en conjunto su concepción pedagógica. También se ocupa de la educación en “Ensueños de un paseante” (1764) y en “Las confesiones” (publicación póstuma).

LA CONCEPCIÓN ROMÁNTICA DEL MUNDO Y DE LA VIDA
Considerada en general, la evolución pedagógica en los Tiempos Modernos, ofrece el aspecto de un alejamiento, cada vez más acentuado, de los ideales y métodos de enseñanza de la Edad Media. Dicha separación se ha producido por tres sacudidas sucesivas: la del humanismo, la de la reforma religiosa y la de la filosofía romántica. El humanismo vuelve los ojos a la Antigüedad clásica despertando el gusto por un arte y una literatura mundanos incompatibles con los ideales de la vida ascética medieval. La reforma religiosa rompe lanzas a favor del libre examen de conciencia, batiendo en brecha la tiranía intelectual del dogmatismo.
La filosofía romántica y del sentimiento, en fin, reacciona con violencia contra todo formulismo y convencionalismo, reclamando en su lugar una concepción de la vida espontánea y sincera. La entraña del movimiento romántico es la vida sentimental: el motor del arte y la religión. Su mundo de idea presenta dos aspectos: uno negativo y otro positivo. Negativamente considerada, es la romántica un afán polémico contra la concepción racionalista del mundo y de la vida, vista por su lado positivo, es la acentuación jubilosa de las formas sentimentales de la vida del espíritu: la fantasía, la intuición, el anhelo de infinito, las fuerzas irracionales del alma.

CONCEPTO DE NATURALEZA E IDEAL EDUCATIVO
Se celebra a Rousseau como el profeta del romanticismo. En efecto, se opone con dramático acento al intelectualismo de la Época de las Luces clamando por una concepción originaria y natural de la vida.
De la realización de su lema: “Volvamos a la naturaleza”, espera la rehabilitación del género humano. Pero la lucha contra el artificialismo en la vida y en la educación, sólo puede lograrse despertando en el hombre, desde niño, una manera de comprender y valorar la existencia conforme a la Naturaleza. “Todo sale perfecto de las manos del autor de las cosas; todo degenera en las del hombre. Obliga a una tierra a alimentar los productos de otra, a un árbol, a producir los frutos de otros; mezcla y confunde los climas, los elementos; mutila a su perro, a su caballo, a su esclavo; lo trastoca todo, lo desfigura todo; ama la deformidad, los monstruos; no quiere nada tal como la naturaleza lo ha hecho, ni siquiera al hombre; necesita amaestrarlo para él, como a un caballo de pista; necesita modelarlo a su modo, como a un árbol de su jardín...” (El Emilio, Libro I).
Por NATURALEZA entiende Rousseau la vida originaria, pura, no influida por los convencionalismos sociales. El hombre natural no es, precisamente, el hombre primitivo prehistórico. La intrínseca naturaleza del hombre, lo propio e innato en él, caracteriza este estado de naturaleza.
Ahora bien, en la base de la naturaleza humana, se hallan dos sentimientos, que en cierto modo se compensan: el amor propio y la compasión. La propia razón es un aspecto de la conciencia, menos profunda que la vida emotiva. La función intelectual de la conciencia tiene el oficio de dirigir los impulsos y sentimientos del amor propio (egoísmo) y del amor del prójimo (altruismo).
“Existir es sentir. Nuestra sensibilidad es indiscutiblemente anterior a nuestra inteligencia y nosotros hemos tenido sentimientos antes que ideas. Cualquiera que se ala causa de nuestro ser, esta causa ha procurado nuestra conservación dándonos los sentimientos convenientes a nuestra naturaleza y no se puede negar que, por lo menos, éstos son innatos. En relación al individuo, estos sentimientos son el amor de sí mismo, el temor del dolor, el horror a la muerte, el deseo de bienestar. Pero si, como no hay duda, el hombre es sociable por naturaleza, o hecho por lo menos para serlo, únicamente puede serlo por otros sentimientos innatos, relativos a su especie. Ahora bien, es del sistema moral formado por esta doble relación de sí mismo y de sus semejantes que nace el impulso de la conciencia. Conocer el bien no es amarlo. El hombre no tiene un conocimiento innato de aquél, pero tan pronto la razón se lo hace conocer, su conciencia lo lleva a quererlo, y es este sentimiento el que es innato” (El Emilio, Libro IV).
Con todo, el papel de la razón es muy importante. La razón ilumina los impulsos naturales y hace posible, gracias al conocimiento, lo que debe querer y hacer el hombre, vale decir, la LIBERTAD, y ésta constituye el carácter específico de la humanidad, la dignidad por excelencia del género humano, “La libertad es una consecuencia de la naturaleza del hombre. La primera ley del mismo es la de velar por su propia conservación; sus primeros cuidados son los que se debe a sí mismo, y tan pronto como está en la edad de la razón, siendo él sólo el juez de los medios que le han de conservar, se convierte por este hecho en dueño de sí mismo”.
Tres son en definitiva los rasgos que caracterizan al HOMBRE NATURAL:
a) amor propio (egoísmo) y amor al prójimo (altruismo);
b) razón que se articula a la vida del sentimiento;
c) libertad.

La libertad, sin embargo, tiene a su vez un alto designio: proveer a la felicidad del hombre natural. El hombre feliz no es quien sólo satisface los apetitos momentáneos y pasajeros, pues éstos traen consigo el dolor . la verdadera felicidad reside en la satisfacción de elevados goces y en la espontánea realización de la virtud. Presupuesto de la felicidad es no querer lo que está más allá de la propia potencia.
“¿Quieres vivir sabio y dichoso? Que tu corazón palpite por la belleza imperecedera; que tu condición limite tus deseos; que tus deberes vayan por delante de tus inclinaciones. Extiende la ley de la necesidad a las cosas morales; aprende a perder lo que puede serte arrebatado; aprende a abandonar todo cuanto la virtud ordena; a ponerte por encima de los conocimientos; a desinteresar tu corazón sin que lo destrocen; a ser animoso en la adversidad, a fin de no ser nunca miserable; a ser firme en tu deber, a fin de no ser nunca criminal. Entonces, serán dichoso, a despecho de la adversidad, y juicioso, a pesar de las pasiones”. (El Emilio, Libro IV).
En suma: ESENCIA E IDEAL DE LA EDUCACIÓN CONFORME A LA NATURALEZA EN EL DESARROLLO ARMONIOSO DEL AMOR A SI MISMO Y DEL AMOR AL PRÓJIMO; LA VIDA EN Y POR UNA LIBERTAD ILUMINADA CON LA RAZÓN, QUE, AL PROPIO TIEMPO, PROVEA AL HOMBRE DE UNA VERDADERA FELICIDAD.

LA CONSIDERACIÓN PSICOPEDAGÓGICA
La realización de este nuevo y más elevado propósito de la educación supone ante todo un conocimiento profundo de la naturaleza psíquica del educando. Así se comprende que Rousseau afirme más o menos explícitamente que la pedagogía se funda, en primer lugar, en las leyes psicológicas. De hecho, él solo enuncia reglas pedagógicas después de haber practicado análisis psicológico en torno de la vida infantil. La claridad con que Rousseau expone tales nexos, ha permitido a Claparède decir que: “La manera de Rousseau de concebir el problema concuerda con la concepción de la infancia que hoy por hoy es reconocida por biólogos y psicólogos”. En otros términos: Rousseau ha puesto como punto de partida para plantear el problema pedagógico consideraciones psicológicas y funcionales en lugar de consideraciones especulativas.
Cuatro grandes principios informan la doctrina pedagógica de Rousseau:
1. La naturaleza ha fijado las etapas necesarias del desenvolvimiento corporal y anímico del educando. Claparède llama a este principio, la “ley de la sucesión genética”. Dice Rousseau: “Observad la naturaleza y seguid el camino que os trace”.
2. El ejercicio de las funciones en una etapa de la vida, afirma y prepara el advenimiento y eclosión de las funciones ulteriores (LEY DEL EJERCICIO GENÉTICO – FUNCIONAL).
3. La acción natural es aquella que tiende a satisfacer el interés (o la necesidad) del momento. Con esta ley que podría llamarse de la adaptación funcional, Rousseau ha comprendido admirablemente que la acción, incluso cuando da la impresión de ser desinteresada, viene a satisfacer una necesidad o interés funcional.
4. Cada individuo difiere más o menos en relación de los caracteres físicos y psíquicos de los demás individuos. “Cada hombre – indica Rousseau para justificar esta LEY DE LA INDIVIDUALIDAD – tiene su forma propia, según la cual, necesita ser dirigido, y para el éxito de los cuidados que se le den importa mucho que se haga de cierta manera y no de otra”.

EL PAIDOCENTRISMO
La primera consecuencia de esta consideración psicopedagógica reside en la necesidad de partir de la peculiar estructura del alma infantil. De otra suerte se confunden los términos del problema y degenera la instrucción en algo estéril y nocivo. En efecto, Rousseau es el primero que proclama el valor de la infancia, quien destierra la idea de ver en el niño un hombre pequeño, un estadio transitorio y provisional de la vida. En este sentido, Rousseau descubre propiamente la infancia, los derechos del niño. “La naturaleza quiere que el niño sea niño antes que ser hombre”. “La infancia es una manera sustantiva y peculiar de ser, de percibir y de pensar”.
Por ello recomienda Rousseau con dramática insistencia la necesidad de comprender al niño. A los instructores pide: “Comenzad por estudiar mejor a vuestros alumnos, ya que de fijo, no los conocéis”.
Ninguno antes que Rousseau había acentuado con tal fuerza el valor intrínseco de la infancia, ni nadie había derivado con mejor acierto las consecuencias pedagógicas de ese hecho. Desde Rousseau la doctrina educativa impuso la exigencia de “partir del niño”, de ver en él, CENTRO Y FIN DE LA EDUCACIÓN, en otras palabras, se llegó al concepto de la EDUCACIÓN PAIDOCÉNTRICA.

EDUCACIÓN PROGRESIVA Y EDUCACIÓN NEGATIVA
En la educación, el niño ha de permanecer en su naturaleza de niño. “Dejad madurar la infancia en el niño”. Con esta profunda expresión plantea el problema de la EDUCACIÓN PROGRESIVA. Como el niño no es el mismo en todas las edades que recorre, los recursos educativos han de adaptarse a las sucesivas etapas de su desenvolvimiento, a los cambiantes intereses y aptitudes de su desarrollo; la educación, en suma, debe ser GRADUAL.
¿Cómo realizar este postulado de la educación progresiva? ¿Qué debe hacer el educador para llevar a feliz término el desenvolvimiento gradual del educando? “Mucho, sin duda: impedir que algo sea hecho”. El educador, debe esperar con confianza la marcha natural de la educación, e intervenir lo menos posible en el proceso de la formación. La naturaleza humana no es originariamente mala; por ello, la primera EDUCACIÓN DEBE SER NEGATIVA; no hay que enseñar los principios de la virtud o de la verdad, sino preservar al corazón del niño contra el error.
Para Rousseau, la educación del niño debe surgir del libre desenvolvimiento de su ser, de sus propias aptitudes, de sus naturales tendencias. La experiencia debe suplir el mandato imperativo del maestro.
El concepto riguroso de la educación negativa, no excluye la prudente dirección del maestro. “Llamo EDUCACIÓN POSITIVA la que tiende a formar prematuramente el espíritu del niño, y ha de instruirle en los deberes que corresponden al hombre. Y llamo EDUCACIÓN NEGATIVA a la que tiende a perfeccionar los órganos, que son los instrumentos del conocimiento, antes de darle contenido alguno, y que procura preparar el camino a la razón por el ejercicio adecuado de los sentidos. Una educación negativa no supone un período de pereza. No da ninguna virtud, pero protege del vicio; no inculca la verdad, pero protege del error. Prepara al niño para que siga el camino de la verdad, cuando llegue a la edad de comprenderla; y el de la bondad, cuando pueda reconocerla y amarla” (El Emilio, Libro V).

EL CURSO NATURAL DE LA EDUCACIÓN
La educación negativa asigna a cada etapa del desarrollo infantil su tarea y objetivo. Tal idea no es, ciertamente, originaria en Rousseau. La pedagogía clásica, particularmente en Aristóteles, la ha patrocinado a modo de principio fundamental. Lo nuevo en la doctrina de Rousseau reside en que hasta ahora aparece fundada en la naturaleza peculiar del niño; en que tiene un claro sentido paidocéntrico.
En la parte final del Libro I del Emilio se ocupa Rousseau de la educación del niño hasta los dos años. La vida familiar ha de darle la primera educación, física en su mayor parte. “La educación del niño comienza desde su nacimiento, y debe impedirse que adquiera hábitos de los cuales pudiera llegar a ser esclavo. Hay necesidad de colocarlo en estado de ser siempre dueño de sí mismo y de hacer en todas las cosas su voluntad”.
A tal principio de libertad se asocia el de relación: “Al principio el niño se ocupa de cuanto hiere sus sentidos y conviene aprovechar esta disposición natural dejándole examinar y palpar los objetos porque de esta suerte, adquiere los primeros materiales de sus conocimientos”.
Cuando el niño comienza a andar y a hablar, entra en una nueva fase de su desenvolvimiento. Es el período de la infancia (de 2 a 12 años), que Rousseau estudia en el Libro II. En ella debe ser ganada cada vez más la conciencia de libertad: la educación negativa y la formación moral mediante sus consecuencias naturales van adquiriendo más acusados contornos. No hay que llenar la mente infantil de conocimiento: lo más importante es que el niño puede juzgar y valorar las cosas que se le ofrecen.
En el período de los 12 a los 15 años (Libro III) Emilio es ya el adolescente que posee la máxima plasticidad para el aprendizaje, pero éste emanará del propio niño, siendo los interese naturales de la infancia los que determinarán la enseñanza. “El imperativo categórico de Rousseau son las cosas reales: nada de libros”.
El libro IV ofrece la educación de los 15 años hasta el matrimonio, período que llama la mocedad. Emilio va elevándose paulatinamente sobre la vida sensitiva, recibe conceptos e ideas y se hace apto para juzgar. Comienzan a despertar sus pasiones y como consecuencia, se iniciará también la educación moral. Ahora aprende Emilio a conocerse a sí mismo, a los demás hombres y sus relaciones con ellos. Cuando despierte la curiosidad sexual se dará satisfacción a ella mediante respuestas verdaderas y sólidas.
Donde mejor aprende el niño a conocer a los hombres es en la historia, en la cual éstos desarrollan su actividad, no en la sociedad donde no hacen otra cosa que hablar, disfrazando sus acciones. El maestro enseñará realidades: la labor juzgadora será encomendada al discípulo mismo.
En el Libro V y último, se habla de la entrada de Emilio en el mundo, la importancia de los viajes en la formación, el noviazgo y el matrimonio con Sofía, la mujer destinada a Emilio. Con la introducción de este nuevo personaje en su novela pedagógica se ocupa Rousseau de la educación de la mujer.

LA EDUCACIÓN FEMENINA
Sin dudas, una de las partes débiles de la obra de Rousseau es la consagrada a la educación femenina. La mujer pierde en su doctrina importancia y sustantividad social. “Toda educación de las mujeres debe ser relativa a los hombres. Gustarles, serles útiles, hacerse amar y honrar a ellos, educarlos cuando jóvenes, cuidarlos de grandes, aconsejarlos, consolarlos, hacerle la vida agradable y dulce, son los deberes de las mujeres de todos los tiempos...”.
“Para el hombre el matrimonio es un segundo nacimiento, que lo eleva o lo abate, según la elección que hace. Para la mujer es el verdadero acontecimiento de su vida. El matrimonio rea a la mujer. Hasta su matrimonio Sofía no ha existido”.

RENDIMIENTOS
Este concepto de la educación femenina, tan notoriamente deficiente y tradicional, contrasta sobre todo cuando se pone en parangón con los grandes postulados de la teoría pedagógica de Rousseau, que ha hecho época en la doctrina y práctica de la vida educativa ulterior, y que aún hoy ejercen acción poderosa:
a) Rousseau plantea con todo vigor el problema de la EDUCACIÓN HUMANA GENERAL.
b) Concibe la EDUCACIÓN a manera de un proceso vital que dura la vida entera: un proceso que tiene su significado y valor en sí mismo y no solo con vistas a una vida futura.
c) Rousseau hace del niño el verdadero factor del proceso educativo (EDUCACIÓN PAIDOCÉNTRICA).
d) Como un corolario del debido respeto a la libertad del hombre, Rousseau se afirma en la idea de la tolerancia religiosa y de convicción de creencias. Este principio lleva directamente a la necesidad de una ESCUELA NEUTRA o LAICA. La neutralidad es el camino para proteger la libertad del niño.
e) Afirmándose en el clásico postulado de poner en constante relación los datos de la psicología con las normas educativas, Rousseau descubre los principios psicopedagógicos de una enseñanza activa y funcional.
f) En particular, los principios de la didáctica rousseauniana son éstos:
1. Enseñar por el interés natural del niño y no por el esfuerzo artificial.
2. educación activa, o mejor dicho autoactiva.
3. enseñanza intuitiva.
4. que el aprendizaje se aya relacionando con las representaciones que activamente surgen en la conciencia del niño.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

holaaaaa

muchas gracias me akbas de salvar la vida jaja

Anónimo dijo...

ALGO ME SALVASTE MUCHAS GRACIAS

Anónimo dijo...

podrias decirme si lo que se expone aqui hace parte del modelo pedagogico romantico
gracias

MAYO dijo...

MUXAS GRACIAS ESTA INFORMACION ES SUPER VALIOSA CON ESTO SEGURO Y PASO LA MATERIA JAJAJA

Anónimo dijo...

alguien me puede decir que materiales educativos utilizo Rousseau. graciass

Anónimo dijo...

Ya con leer la palabra "escribiante" saqué la página.